La luz no sólo es para ver
La luz que entra por los ojos no sólo sirve para crear las imágenes que vemos, sino que también regula muchas otras funciones de forma no visual, como por ejemplo las vías neuro-endocrinas. Aunque no lo notemos, según el tipo de luz que reciben nuestros ojos, puede llegar a afectar: el humor, la atención y el rendimiento cognitivo, ya que desde los ojos tenemos esta ruta que estimula directamente áreas cerebrales, dónde el impacto dependerá de la exposición y la longitud de onda de esta luz.
Las células ipRGC (Intrinsically Photosensitive Retinal Ganglion Cells) juegan un papel muy importante en estos procesos, estudios recientes han observado que existen 2 tipos de ipRGC‘s, las M1 (que proyectan al núcleo supraquiasmático) i las M2 (que proyectan al núcleo olivar). Estas vías son las responsables directas en: la regulación del reflejo pupilar, modulación del sueño, humor y comportamiento. El efecto de la luz azul tiene un efecto de miosi pupilar, incluso cuando no la percibimos (Katsuura et al, 2012). Precisamente por este motivo los astrónomos, submarinos o pilotos de avión utilizan filtros rojos de noche ya que la pupila se mantiene dilatada al no entrar luz azul.
Figura 1. Luces rojas utilizadas en astronomía. Fuente aquí
Luz cálida, luz fría
El aumento de la exposición de la luz azul incrementa el estado de alerta, rendimiento de la memoria, y puede ser utilizado para tratar los trastornos afectivos estacionales (Glickman et al, 2006).
Cuando estamos leyendo o trabajando bajo una luz cálida (naranja), dependiendo de la hora del día, especialmente la tarde-noche, tendríamos más sueño y estaríamos menos atentos ya que nuestro ritmo circadiano no se alterará .
En cambio, si leemos y trabajamos bajo una luz fría (blanca, especialmente tipo LED) hacia la tarde-noche, crearemos un desfase en el ritmo circadiano y nos podrá alterar el ciclo del sueño-vigilia y afectar el rendimiento cognitivo. Por el contrario, se ha demostrado que durante una jornada laboral durante el día, trabajar con iluminación LED, aumenta el rendimiento atencional y laboral (Hawes et al, 2012)
Por tanto, es importante escoger bien el tipo de iluminación en casa o en nuestro sitio de trabajo para no alterar el ritmo circadiano o para aprovechar el máximo esta ruta no visual para estar más atentos según la hora del día. Tenemos que tener en cuenta diferentes aspectos, uno de ellos es la temperatura de color, medido con la escala Kelvin (K).
Figura 2. Temperatura de color de varias fuentes de luz. Fuente aquí
El equipo de optometristas de Aprèn a Mirar también trabaja para mejorar la ergonomía visual y dar consejos tanto para casa como la jornada laboral.
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